viernes, 4 de marzo de 2011

Carmelo en Rusia, signo de ecumenismo


El monasterio de carmelitas descalzas de la Resurrección de Cristo

NOVOSIBIRSK, domingo 11 de abril de 2010 (ZENIT.org).- El Carmelo de la Resurrección de Cristo, situado en la ciudad rusa de Novosibirk, está dedicado a la oración por la unidad entre católicos y ortodoxos.

En el altar de su iglesia, junto a las reliquias de Santa Teresa de Jesús y de San Rafael Kalinowski, hay también una reliquia de uno de los padres del gran monasterio de Kiev-Pechersk, el más antiguo de Ucrania y uno de los lugares santos de la religión ortodoxa oriental.

El monasterio de Kiev-Pechersk es venerado como la cuna del monacato ruso, y el santo monje-diácono, San Martirii, está entre los santos venerados por ambas Iglesias, católica y ortodoxa.

Esta reliquia la regaló el obispo ortodoxo de la diócesis vecina y la llevaron hasta allí dos sacerdotes ortodoxos de esa diócesis el día de la bendición del monasterio católico, el pasado 19 de diciembre.

La presentación de la reliquia en el Carmelo durante la bendición del monasterio constituyó un hermoso gesto ecuménico que el nuncio del Papa en Rusia, monseñor Antonio Mennini aludió en la homilía comparando, tanto al Carmelo como a la reliquia, con el grano de mostaza.

Monseñor Mennini, que se trasladó para la ocasión desde Moscú hasta Novosibirsk, la tercera ciudad más grande de Rusia después de Moscú y San Petesburgo, también rezó por el crecimiento de la unidad entre las Iglesias católica y la ortodoxa.

La solemne celebración en la que se bendijo el Carmelo contó con un gran número de invitados que abarrotaron la capilla, a pesar del frío de Siberia en pleno mes de diciembre.

Fue el obispo de Novosibirsk, monseñor Joseph Werth, quien bendijo el monasterio de las Carmelitas Descalzas de la Resurrección de Cristo.

Precisamente este monasterio acogió, cuando todavía se estaba construyendo, el 25 de marzo del año 2009, la primera profesión solemne de una carmelita en territorio ruso.

Esta religiosa, la hermana Cristina de la Santísima Madre de Dios, nació en Vladivostok y fue bautizada durante sus años de estudio en Moscú.

Se graduó como violinista de conciertos en el conservatorio de la capital rusa y fundó una orquesta de cámara en su parroquia natal para conciertos de música religiosa.

En el año 2003, ingresó en el Carmelo de Novosibirsk, donde pronunció los votos simples en 2006. Y en marzo de 2009, emitió su profesión solemne.

Aquella ceremonia estuvo presidida por el obispo Werth y concelebrada por nueve sacerdotes en la capilla del entonces inacabado Carmelo.

Participaron los seminaristas, representantes de las seis comunidades religiosas y varios fieles de la localidad, algunos ortodoxos y protestantes, que mantienen una buena amistad con la comunidad carmelitana.

Monseñor Mennini envió entonces un mensaje y la bendición del Papa Benedicto XVI.

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