sábado, 13 de noviembre de 2010

14 de noviembre: Todos los santos carmelitas

Durante el año litúrgico la Iglesia celebra el misterio pascual de Cristo realizado en los Santos. También el Carmelo celebra con especial devoción a sus Santos, viendo en ellos la expresión más viva y genuina del carisma y de la espiritualidad de la Orden a través de los siglos." Constituciones Carmelitas (n.88)

Los Santos del Carmelo son una inmensa muchedumbre de hermanos nuestros que consagraron su vida a Dios, abrazando las enseñanzas del divino Maestro e imitando su vida, y se entregaron al servicio de la Virgen María en la oración, la abnegación evangélica y el amor a las almas, sellado a veces con su sangre.

"¡Cuántos santos en el cielo llevan nuestro Hábito! Abrigamos la esperanza de hacernos, con la gracia de Dios, semejantes a ellos" (Sta. Teresa, Fund. 29,33). De Teresita González Quevedo, carmelita muerta en 1950, afirmó su amiga Carmen Aguado: "Siempre decía que se había ido a carmelita para ser santa".

El Carmelo ha aportado a la Iglesia un acervo riquísimo de doctrina espiritual, pero seria muy poca cosa si esta sublime doctrina carmelitana no la hubiera confirmado con la santidad de su vida, es decir, la de sus hijos.

A finales del siglo XV, un sabio benedictino, el célebre humanista, abad Juan Tritemio (+1516), escribió una obrita laudatoria del Carmelo, En ella hacía esta hiperbólica afirmación: "Si hay quien pueda contar las estrellas del firmamento, ése podría contar los santos del Carmelo".

Esta exagerada afirmación no lo será tanto si tenemos presente, que no sólo los religiosos, monjas, religiosas de las dos Ramas carmelitanas son miembros del Carmelo, sino cuantos seglares de una u otra forma viven de su espíritu y visten su Escapulario.

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