martes, 7 de septiembre de 2010

Edith Stein: doctrina y experiencia mística


"Cuando pude volver a estar solo con ella - dejó escrito como testimonio el padre Dom Raphael Walzer, abad de Beuron, que había sido su director espiritual - afirmó que se sentía a gusto en el corazón y en el espíritu, como en su casa. Me dio esta respuesta con todo el ímpetu de su naturaleza fogosa. Tengo que decir que ante ella no tuve ninguna tentación de invocar un prodigio de la gracia. No, todo parecía perfectamente simple y natural, como el florecimiento visible de su madurez espiritual. Por eso pienso también en su amor por la Cruz y en su deseo de martirio: no como una actitud consciente de su espíritu, concretada en ciertas oraciones o en aspiraciones bien definidas, sino más bien como una disposición profundamente arraigada en su corazón de seguir al Señor donde quiera que fuese. [...] Su testimonio dispensa fuerza y luz."


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