Santa Teresa, el Domingo de Ramos, se privaba de comer y le enviaba su comida a un pobre, con lo quería significar que le daba de comer a Jesucristo ese día, para compensarle de que no se le hubiera ocurrido a nadie haberle invitado ese día, después de tan solemne recibimiento-
A su vez, Jesucristo le premió ese gesto con un regalo indecible. Fue el siguiente. All comulgar, ese día tuvo la sensación de que, se le llenaba la boca de sangre caliente, que le brotaba al Señor de sus llagas.
A su vez, Jesucristo le premió ese gesto con un regalo indecible. Fue el siguiente. All comulgar, ese día tuvo la sensación de que, se le llenaba la boca de sangre caliente, que le brotaba al Señor de sus llagas.
Lo relata de la siguiente manera:
Me parece estaba caliente, y era excesiva la suavidad que entonces tenía, y me dijo el Señor: “Hija, yo quiero que mi sangre te aproveche y no hayas miedo que te falte mi misericordia. Yo lo derramé con muchos dolores, y tu lo gozas con tan gran deleite, como ves- Bien te pago el convite que me hacías este día”.
Esto dijo porque hace más de treinta años que yo comulgaba este día, si podía, y procuraba aparejar mi alma para hospedar al Señor, porque me pacería mucha la crueldad que hicieron los judíos, después de tan gran recibimiento, dejarle ir a comer tan lejos, y hacía yo cuenta de que se quedase conmigo,aunque en harto mala posada, según ahora veo.
Tal día como hoy, a las cinco de la mañna, hora solar, miércoles, en Ávila, el 28 de marzo de 1515 nació Teresa de Ahumada, nuestra Santa Teresa de Jesús. ¡Feliz cumpleaños!
fuente: Monseñor Nicolás González
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