martes, 24 de marzo de 2009

Aquellos santos padres pasados...


Vamos a presentar aquí los orígenes del Carmelo, de la Orden del Carmen, sin más adjetivos que lo definan. Vamos a comenzar explicando el por qué del nombre.


El nombre de carmelitas es denominativo del origen que tuvo la Orden, y hace alusión a un lugar geográfico y a una tierra muy precisas. Al Monte Carmelo, que se asienta en la Bíblica Palestina. Una pequeña cordillera de unos 30 kilómetros de larga, que se adentra en la entraña de la Tierra Santa, desde el borde mismo del Mar Mediterráneo, en la ciudad de Haifa, que hoy es la principal ciudad industrial del nuevo Israel. Situada a unos 40 kilómetros de Nazaret, y 120 kilómetros de Jerusalén.


El Monte Carmelo aparece citado en la Escritura. Y equivale a "Viñedo del Señor", o al vergel, el jardín hermoso de su propiedad.


El profeta Elías


Pero el nombre del Monte Carmelo va unido, sobre todo, a la figura ardiente del profeta Elias, que nos presenta el Libro de los Reyes. El vive en el Carmelo, en sus cuevas, y desde aquella soledad sale a defender con su palabra encendida la honra y gloria de Yhavé, al que olvidan los israelitas. Y en el Carmelo tendrá lugar el sacrificio que como reto a los sacerdotes de Baal, ofrece el profeta a Dios para demostrar que sólo El es el Señor de la tierra, al que se debe culto (I Re. 18). De manera que el Carmelo viene a recordar en la tradición bíblica el lugar de asentamiento y la escuela de los profetas. Como aún hoy llaman a una de sus cuevas, que es centro de veneración de los judíos y árabes.


Y fue sin duda, este lugar, lo que atrajo hacia él a numerosos cruzados que, una vez conquistada la Tierra Santa, quisieron quedarse a vivir en ella. El caso es que una numerosa juventud de la Europa cristiana se lanzó a la guerra para hacerse con la posesión de los Santos Lugares, por aquel entonces en manos de musulmanes. Muchos dejaron allí su sangre. Y otros, una vez conquistada la Tierra para el cristianismo, quisieron gastar también en ella la propia vida, dedicada ya al servicio del Señor, y no de las armas.

3 comentarios:

  1. ES un gozo ser parte de una familia religiosa cuya historia es rica en santidad y frutos espirituales. Por eso es importante seguir compartiendo este tesoro, y un acierto traerlo a la red. Aunque no escriba, te leo con regularidad. Ánimos.

    ResponderEliminar
  2. Es cierto que no se deben olvidar los orígens, yo, que leo mucho la Biblia,no había caído en que fuera ese lugar el origen de la Orden del Carmen. Creo que los religiosos todos deben estar orgullosos de ser la base de la tradición y la cultura europea, aunque ahora lo quieran borrar de un plumazo los políticos. Y es que les molesta la Iglesia, les molesta la santidad, el ejemplo de ustedes al mundo, porque a los dirigentes políticos les interesa tener dormidos a los hombres a los que dirigen. La historia se repite: Elías y todos los profetas han denunciado a las clases dominantes y eso les molesta. Saludos y bendiciones desde Huelva.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Manuel, gracias Marisela......
    Da mucho animo el poder compartir fraternalente; uno se enriquece a medida que nuestro hermano lo hace, es la gracia de Dios que nos viste, así, de ÉL mismo.
    Alabado sea por siempre..Amen!

    ResponderEliminar